
1) Puntualidad. Cuando se fija un horario hay que
cumplirlo, no sabemos si al alumno no le importa que llegues atrasado y después
te quedes un poco más o solo tiene el tiempo justo. La puntualidad además de profesionalismo
transmite confianza.
2) Debes conocer las características del material con el que
trabajas. Este punto es realmente importante, sobre todo, para enseñar inglés,
una lengua tan estudiada, para la que existen tantos libros diferentes y que la
personas necesitan para tantos fines distintos. La gran mayoría de libros que
existen son buenos, pero es importante conocer las diferencias entre unos y
otros. Algunos se basan más en ejercicios de gramática, otros tienen más
actividades para oír y hablar, etcétera. También es importante conocer la variante del
inglés que usan. Los hay en inglés americano, en inglés británico y otros que se basan en alguno de los anteriores pero tienen muchos
audios con personas de otros lugares, por lo que escucharemos acentos de India, Australia, Canadá…
3) Una vez que sepas con qué tipo de libros te gusta trabajar debes conocerlos en profundidad. Esto es muy importante por dos razones: la primera, porque al alumno no le va a gustar ver que el profesor anda un poco desorientado con las pautas a seguir o desconoce cómo se hacen algunas actividades, y la segunda, porque cuando se ha trabajado repetidas veces con el mismo libro, se adquiere un gran dominio sobre este y tanto la clase como la preparación previa terminan siendo más fluidas.
4) No vayas sin diccionario. Aunque sepas o creas que sabes el significado de todo el vocabulario porque no estás enseñando nivel de inglés avanzado, por ejemplo, al alumno se le puede ocurrir preguntarte por cualquier palabra que desconoces y a nadie le gusta contratar a un profesor particular y quedarse con dudas.
5) Apóyate en medios audiovisuales. Lleva a las clases algún
computador o tablet. No solo te ayudará a reproducir los listening sino que
además te permitirá mostrar videos. Hoy en día internet está lleno de videos interesantísimos y muy didácticos que ayudan a enseñar y hacen las clases más dinámicas. Además te permitirá crear más actividades como, por ejemplo, describir lo visto en el video, responder a una serie de preguntas o ver la explicación de alguna cuestión gramatical más compleja.
6) Recuerda que aunque tengas tu estilo, la prioridad son
las necesidades del alumno. Existen profesores a los que les gusta enseñar de
una determinada manera o aplicar algún tipo de metodología, pero cada alumno es
diferente, tanto por sus necesidades como por su forma de aprender. Algunos
necesitan desarrollar más el speaking, mientras que otros precisan dominar la
gramática y la escritura con mayor precisión. Em ambos casos las
clases deberían ser complatemente distintas.
Muy interesantes tus puntos. Tú hablas de un profesor que va a domicilio; muchos recibimos alumnos en un lugar propio, ya sea nuestra casa, oficina, o estudio.
ResponderEliminarPrefiero esta modalidad para que nada de la vida personal o profesional del alumno lo distraiga de su clase. Como tú, pero al revés, exijo puntualidad; no me quedo más tiempo del acordado si el alumno llega tarde. Tampoco uso sistemáticamente textos a menos que esté preparando un examen internacional, porque encuentro enormes deficiencias que hay que subsanar con material complementario y, así las cosas, produzco mis propios materiales. También la computadora es un elemento permanente, y aliento al alumno a que traiga su tablet o notebook. Los mejores diccionarios están online, y seguramente si surge la pregunta que no puedo responder -me ha pasado con el tornillo mariposa, figúrate- creo que si no lo busco yo, tendrá mayores posibilidades de recordarlo, pues ha tenido que poner esfuerzo y atención. Por supuesto la ventaja de la clase particular es que podemos personalizarlas según las necesidades. Idealmente, pienso que nuestros alumnos deben alcanzar un nivel parejo en las cuatro habilidades básicas. Y lo último que se me ocurre es que una cosa es el estilo y otra nuestra seriedad profesional. ¿Nunca te ha ocurrido que un alumno te dijera que no quiere/no puede hacer ejercicios en casa, que no le gusta leer, que la gramática le aburre, y que lo que desea es "conversar"? ¿Por señas?